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El Prólogo

Era la muerte de una gran visión cuando yo empezaba a tener los problemas físicos en las altitudes altas de las montañas. El médico acordó que debo evitar las altitudes altas. Nunca yo llevaría el evangelio de Dios a las montañas. En lugar Dios me abrió un ministerio del enseñar la Biblia en varias clases locales por 36 años y entonces para poner esas lecciones de la Biblia en mi página en el internet en el mes de enero del año 2000.

Lo que no supe era que Dios tenía otros caminos y tiempos para cumplir una visión, caminos milagrosos. En realidad el cumplimiento milagroso empezaba antes que Dios me informó lo que estaba haciendo. Aún cuando recibí la primera carta por e-mail el 5 de abril del 2005, no reconocí, al principio, la mano de Dios en la realización de la visión mía.

La primera carta vino del pastor Waldo Castro de Tepic, Nayarit, México. Me pidió mi permiso para usar mis lecciones de la Biblia de mi página en el internet en su ministerio a los indígenas en México. Me dijo de su ministerio a los indígenas huicholes en las montañas.